Malas palabras


Soy una persona que siempre intenta hablar de la mejor manera, y hablar de la mejor manera no quiere decir que soy la persona mas intelectual con un amplio vocabulario. Lo que si puedo decirte es que dentro de mi léxico (disculpa si uso palabras de adulto) no están incluidas las "Malas palabras", o al menos eso me gustaría pensar... o creer.

Según Wikipedia el lenguaje soez ("Malas palabras"), son todas aquellas palabras o expresiones que son consideradas inapropiadas por una comunidad lingüística. Por su puesto no daré ningún ejemplo. Lo único que te diré es que el propósito y sentido de esta entrada no tratará de lo que nos dice Wikipedia.

Desgraciadamente últimamente me ha tocado tener conversaciones con amigos o conocidos dónde hay sentimientos en común: dolor y tristeza. Y esto ha sido porque alguien más ha dicho cosas malas de estas personas. Algunos individuos pueden ser amigos, compañeros, conocidos o incluso familia se han encargado de hablar malas palabras.


Hay una historia de Jesús que narra una situación muy similar a las experiencias que han vivido las personas que te comenté.


'Pedro siguió a Jesús desde lejos, y llegó 
hasta el patio del palacio del jefe de los sacerdotes .
Allí se sentó con los guardias junto al fuego, para calentarse.
Mientras tanto, los que habían arrestado a Jesús
lo llevaron ante el jefe de los sacerdotes. 
Allí estaban reunidos los sacerdotes principales, los líderes judíos
y los maestros de la Ley . Pedro siguió a Jesús desde lejos,
y llegó hasta el patio del palacio del jefe de los sacerdotes.
Allí se sentó con los guardias junto al fuego, para calentarse.
Mientras tanto, los que habían arrestado a Jesús lo llevaron
ante el jefe de los sacerdotes. Allí estaban reunidos los sacerdotes principales,
los líderes judíos y los maestros de la Ley.
Los sacerdotes principales y todos los miembros de la Junta Suprema
buscaban a alguien que acusara a Jesús, para poder condenarlo a muerte;
pero no lo encontraban. Muchos vinieron con mentiras en contra de Jesús,
pero se contradecían entre ellos. 

San Marcos 14:53-56 

Jesús no estaba pasando por el mejor momento, eso es seguro. Mucha gente se juntó para matarlo, lo único que necesitaban eran testigos, algunos valientes que estuvieran dispuestos a decir algunas malas palabras acerca de lo que Jesús estaba haciendo en los lugares que visitaba. Cualquier persona con el corazón más amable y bondadoso en el mundo estaría dispuesta a defender su vida si alguien más esta definiendo su futuro con ciertas acciones según hechas por el acusado que lo condenarían a muerte.

Esta historia me pone a pensar, ¿Cuántas veces hemos vivido cosas como la que pasó Jesús?, peor aún ¿Cuántas veces nos hemos juntado para hablar malas palabras de alguien? No es necesario ser honesto para decirte que yo también he hablado malas palabras en contra de una persona.

El final de esta historia es increíble. Antes que Jesús fuera condenado a muerte, hizo algo que en la actualidad sería locura:


Entonces el jefe de los sacerdotes se puso de pie
 y le preguntó a Jesús:
—¿Oíste bien de qué te acusan? 
¿Qué puedes decir para defenderte? 
Pero Jesús no respondió nada, sino que se quedó callado. 

San Marcos 14:60-61


Jesús no sólo recibió falso testimonio por la gente que quería matar. Mientras sucedía el juicio en contra de Jesús, por otro lado estaba Pedro, su amigo, su discípulo que negó conocerlo. La Biblia dice que incluso él cambió su forma de hablar cuando le dijeron que se parecía a la manera de hablar de Jesús. Y aunque hay muchos detalles que hay en esta parte de la historia, me saltare hasta el final.

Todos hemos estado en ese lugar de acusado, cuando nos enteramos de cosas que hablaron de nosotros hay veces que son ofensivas o falsas o sin valor o despectivas . Al final de esta historia Jesús, quién fue expuesto públicamente tanto de los que lo odiaban como de los que lo amaban se reconcilió con cada uno de ellos de diferentes maneras. Jesús no le dio importancia al comentario, al contrario le dio importancia a la persona tanto que su acto de amor cautivó a que muchos dieran la vida por él. Tampoco estoy diciendo que des la vida por esas personas, alguien  más (Jesús) ya la dio. Si Jesús pudo perdonar traiciones, negaciones, acusaciones, ofensas, ¿Cuánto más no tenemos que perdonar a los que nos hacen lo mismo?

Por ultimo, mi oración es que seas fuerte para no darle valor a las malas palabras que los demás pueden hablar y recibir las buenas palabras que Dios dice por nosotros y reflexionar cuando es nuestro turno de hablar, que sean palabras que alegren y no sean de tristeza.






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