CATA DE CAFÉ
Una vez más estoy en este espacio abandonado, puede que esta entrada es una forma de liberación, no lo sé, mi intención con todo lo que escribo es compartitr las cosas que Dios hace en mi vida, puede que algo de esto te sirva.
Casi todos saben que me gusta el café, llamame "poser" si quieres pero mi gusto crece conforme aprendo más sobre lo que hay detrás de una taza. En este momento, me encuentro atraído por los cafés con intensidad media, puedes sentir los sabores con mayor claridad, puedo definirlo como que tienen más "color".
Hace algunos días tuve la oportunidad de catar café. La dinamica es sencilla; tienes varias opciones de granos y el objetivo es poder diferenciar entre sabores amargos y dulces, según sea el tipo del grano. Uno de los resultados al catar es que puedes definir qué tipo de café es tu preferido. Ahora sé que prefiero los cafés dulces con granos de selección arábica, por medio de metodos que destilan hasta cierto grado el sabor del grano molido y que me gusta sentir el sabor empapelado por el filtro. Sin embargo, para llegar a este punto, tuve que aguantar por cafés muy mal preparados, cafés solubles, cafés quemados, etc.
Lo que aprendí con esta experiencia es, así como las catas de café, nuestra vida tambien es probada. Algunas veces estas pruebas te dejan sabores dulces o amargos. En otras ocasiones, las situaciones empiezan con sabores dulces pero despues de un rato el sabor se amarga, como un café que se empieza a quemar si no lo bebes despues de cierto tiempo y su sabor se se deteriora.
"Pero Dios nos ama y envió a Jesús a morir para salvarnos. Por eso, aunque Dios permitió que, por algún tiempo, Jesús fuera menos importante que los ángeles, ahora Jesús ha recibido gloria y honor."
Hebreos 2:9
Gene Edwards, escritor de "El día en que fui crucificado", muestra la siguiente imagen; Jesús está a punto de ser crucificado y tiene que beber de la copa llena de la ira de Dios con un olor desagradable, contiene todos los pecados de la humanidad y tiene un sabor amargo y repulsivo, en repetidas ocasiones Jesús espero a tomar de la copa, hasta que el momento llegó y consumió cada gota que se convirtió en nuestra salvación. Aunque tenemos mucha información sobre ese momento dificil, resulta imposible entender el quebrantamiento por el cual Jesús pasó para traer salvación al mundo, incluso, resulta aún más dificil comprender que, esa fue la voluntad de Dios.
Hebreos 2:18 dice que Jesús mismo sufrió, pasó pruebas amargas y es por eso que puede entender y ayudar en las situaciones dificiles por las que atravesamos.
¿Cuáles son las circunstancias por las que estás pasando?- Me gustaría decir que puedo entender lo que estás pasando pero Jesús se identifica más contigo de lo que yo lo podría hacer. Si hay algo en común en casi todas las religiones es que, a parte de las aflicciones de la vida, todas piden un sacrificio para poder acceder a una bendición o tener plenitud en la vida pero la verdad es que "no podemos sentirnos perdonados solo por haber ofrecido ofrendas y sacrificios en el culto, todo esto son reglas que tiene que ver con comidas, bebidas y ceremonias de purificación, que nos preparan para el culto. Las reglas indican lo que se debe hacer, pero no nos ayudan a cambiar nuestra manera de vivir". Esto cambia por completo la forma en la que enfrentamos las catas de la vida cotidiana, el dolor y el sufrimiento no es el punto final.
¿Hay esperanza?- Si, no pierdas tu mirada de Jesús, él te dará la respuesta, se fuerte y no quites la visión que nos ofrece el Mesías como salvador para todo aquél que quiere ser amigo de Dios.
¿Duele?- Si, ningun dolor es menos que otro, cada quien enfrenta sus propias batallas. Pero recuerda, la voluntad de Dios es buena, porque en cada dificultad, Dios esta trabajando contigo para que crezcas, su voluntad es agradable porque Dios tiene una visión más grande de ti de la que tienes tu mismo, y su voluntad es perfecta porque Él soberano y no te dejará morir.
El apostol Pedro, nos dice que aunque durante algun tiempo tengamos que soportar dificultades, será una prueba que nuestra fe es más valiosa que el oro. Santiago dice, soporta la tentación y recibirás coronas en el cielo, Juan dice que de la abundancia de Cristo, todos hemos recibido bendiciones una tras otra . En una de las cartas que escribe Pablo, él reconoce que su desesperación llegó a tal grado que perdió la esperanza de seguir viviendo.
Jesús toma todas nuestras heridas y las convierte en oro.Todas las cosas del cielo están dispuestas en la mesa, todos los días podemos acercarnos y tomar de ellas. Ven, acercate y disfruta de ellas.
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